Porsche 911: más fuerza, más resistencia, más eficiencia.

Cuando acaba un partido, empieza el siguiente. El equipo de desarrollo del 911 ha interiorizado este viejo dicho futbolístico. En 2011, apenas se hubo presentado al público la actual generación del Porsche 911, sus miembros se retiraron al Centro de Investigación y Desarrollo de Weissach para trabajar en la siguiente versión del modelo. Su lema era claro: «Para seguir en la cima, hay que mantenerse en forma».

 

Los deportistas de élite deben poder, en primer lugar, medir su capacidad en cifras objetivas. Veamos las del 911 Carrera: 272 kW (370 CV) de potencia, equipado con la caja de cambios de doble embrague de Porsche (PDK). Si lo comparamos con su antecesor, los resultados del entrenamiento son evidentes: de 0 a 200 km/h en 14,8 segundos, casi un segundo menos. Pero sobre todo, y esta era una de las principales metas deportivas, consume solamente 7,4 litros de combustible cada 100 kilómetros, según el ciclo normalizado europeo, mientras que su versión anterior consumía 8,2 litros. El 911 Carrera S, con una potencia máxima de 309 kW (420 CV) alcanza los 200 km/h en solo 13,2 segundos, pero ahora su consumo de combustible no pasa de los 7,7 litros, exactamente un litro menos que antes. Sin embargo, en la práctica, aún más importante que la aceleración desde el reposo, son los valores de tracción. Y en este aspecto el nuevo Carrera puntúa alto ya en su versión con cambio manual, ya que en la penúltima marcha pasa en 5,5 segundos de 80 a 120 km/h.

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